Los complementos son ajustes de la valoración de la empresa que se realizan para obtener un resultado más justo. Los tipos de complementos que se utilicen pueden variar de un caso a otro, en función de las circunstancias individuales de la empresa. Los tipos más comunes de complementos son:

  1. Gastos no recurrentes: Son gastos que se han producido en un ejercicio concreto pero que no volverán a producirse en el futuro. Ejemplos de ello son los costes legales extraordinarios o los costes de reestructuración.
  2. Ajustes de la remuneración de los propietarios: Los propietarios de empresas suelen percibir un salario inusualmente alto o bajo. En este caso, el ajuste podría consistir en adaptar la remuneración del propietario a un tipo de mercado.
  3. Familiares y allegados: Si los miembros de la familia o parientes están empleados por la empresa y reciben salarios superiores a la media, estos salarios deben ajustarse al nivel normal del mercado.
  4. Alquileres: Si la empresa es propietaria de edificios o equipos y los alquila a la empresa del propietario, pero no paga alquileres de mercado, deben realizarse ajustes para adecuar los alquileres al valor de mercado.
  5. Eliminación de elementos no recurrentes: Deben eliminarse los beneficios o pérdidas no recurrentes que no formen parte de la actividad principal. Por ejemplo, la venta de activos que no forman parte de la actividad principal.
  6. Intereses de la deuda: Si la empresa paga intereses por la deuda superiores a los tipos de interés de mercado, debe realizarse un ajuste para reducir los costes por intereses a un nivel de mercado.
  7. Alquileres y arrendamientos: Pueden realizarse ajustes para reconocer el impacto financiero de las obligaciones de arrendamiento asociadas a activos como propiedades o equipos.
  8. Cambios en la depreciación y la amortización: La depreciación y la amortización deben ajustarse en función de los periodos de depreciación y los importes residuales en libros para obtener una representación más exacta del valor de la empresa.
  9. Cambios en los inventarios: Si en el momento de la valoración hay niveles de inventario inusualmente altos que afecten al valor de la empresa, deben realizarse ajustes.