¿En qué se diferencia la valoración de una empresa en franquicia de la de una empresa convencional? ¿Qué hay que tener en cuenta?
- Valor de la marca y sistema de franquicia: Una diferencia clave es que el franquiciador considera el valor de todo su sistema de franquicia, no sólo el valor de un negocio individual. El valor de la marca, la reputación y la eficacia del sistema de franquicia en su conjunto son de gran importancia. Este valor puede incrementarse con el número de unidades franquiciadas, la cuota de mercado, el conocimiento de la marca y los cánones de franquicia.
- Acuerdos de franquicia y cánones de franquicia: El franquiciador suele poseer la propiedad intelectual y los derechos del sistema de franquicia. Los ingresos procedentes de los cánones de franquicia son, por tanto, un factor decisivo en la valoración. La estructura de los contratos con los franquiciados que regulan estos cánones también es de gran importancia.
- Potencial de crecimiento: Para el franquiciador, el potencial de crecimiento de su sistema es de suma importancia. Esto incluye la capacidad de adquirir nuevas unidades de franquicia y ampliar las existentes.
- Tendencias del mercado y competencia: El franquiciador debe vigilar de cerca las tendencias actuales del mercado y la competencia en el sector. Una evaluación desde esta perspectiva tiene en cuenta lo bien que el sistema de franquicia puede reaccionar ante los cambios del mercado y cómo se defiende frente a la competencia.
- Formación y apoyo: La calidad de la formación y el apoyo proporcionados por el franquiciador a sus franquiciados influye en la calificación. Un sistema de apoyo que funcione bien puede mejorar el rendimiento de los franquiciados y aumentar el atractivo del sistema de franquicia.
- Aspectos legales y reglamentarios: Los franquiciadores deben asegurarse de que cumplen todos los requisitos legales y reglamentarios de los sistemas de franquicia. Una evaluación desde esta perspectiva incluye una revisión de todos los documentos legales y contratos pertinentes.
- Gestión de la franquicia: La cualificación y experiencia de la dirección del franquiciador son importantes. Un equipo directivo competente puede promover la eficacia y el crecimiento del sistema de franquicia.
- Lealtad de los franquiciados: La satisfacción y la lealtad de los franquiciados hacia el franquiciador son factores decisivos. Una buena relación entre el franquiciador y los franquiciados puede tener un efecto positivo en el valor de todo el sistema.