La valoración de una empresa no rentable requiere un análisis preciso de varias cifras financieras clave para identificar posibles oportunidades o riesgos y tomar decisiones bien fundadas.

Los métodos convencionales de valoración basados en los beneficios o en los flujos de caja no son suficientes en este caso o, como el método del múltiplo, son completamente inadecuados. Algunos enfoques y métodos que pueden tenerse en cuenta en la valoración de una empresa deficitaria:

  1. Método del valor contable: En este método, el valor contable de la empresa se determina calculando los fondos propios (valor total del activo menos el pasivo). Este enfoque puede ser útil si la empresa tiene activos superiores a sus pasivos.
  2. Valor de liquidación: Este método tiene en cuenta cuánto podría valer la empresa si se liquidara. Compara el valor de los activos menos los pasivos. Se trata de una visión pesimista y debe considerarse más bien como el límite inferior.
  3. Método DCF (flujo de caja descontado): El método DCF consiste en estimar los flujos de caja futuros de la empresa, teniendo en cuenta un tipo de descuento adecuado, para calcular el valor actual de dichos flujos de caja. Este enfoque requiere previsiones financieras detalladas y es sensible a los supuestos.
  4. Análisis de empresas comparables: En este método, se analizan empresas similares del mismo sector para obtener el valor de la empresa. Esto puede resultar difícil si la empresa que se valora no es rentable, pero pueden hacerse ajustes para tenerlo en cuenta.
  5. Primas de riesgo: Como una empresa no rentable tiene mayores riesgos, puede tener sentido añadir una prima de riesgo o ajustar el tipo de descuento en consecuencia para tener en cuenta las incertidumbres.
  6. Factores específicos del sector: En algunos sectores pueden existir factores de valoración especiales que deben tenerse en cuenta. Por ejemplo, las empresas tecnológicas pueden valorarse de forma diferente a las empresas manufactureras tradicionales debido a su potencial de crecimiento.
  7. Valoración por expertos: puede ser útil encargar a un experto independiente que realice una estimación objetiva del valor de la empresa.

La elección del método depende de la situación individual de la empresa, de su sector y de la información disponible.